El pasado fin de semana nos fuimos a tierras cordobesas para ver el casamiento de Mariano y Elisa. La expedición la formabamos Juan, JB, Pedro, Mijuande y una servidora.No madrugamos mucho y pasado el mediodía iniciabamos el camino, con una primera parada en Librilla para que se unieran Salud y Antonio. El viaje transcurrió sin incidentes, relizando una parada para comer en un área de servicio junto a la Autovía Granada-Jaen a unos 35 km de esta última.Una vez llenado el buche seguimos ruta, decidiendo hacer un atajo a la altura de un pueblo que ya ni me acuerdo del nombre, que resulto un tanto desastrosa, perdiéndonos durante un ratito con la fresca que en ese momento estaba cayendo. Al final salimos del embrollo y ya en la autovía que une Madrid con Córdoba. Aún quedaban unos 140 km que cubrimos sin más complicaciones.
Pasadas las 18 h, llegamos a Peñarroya-Pueblonuevo y como por arte de magia lo primero que encotramos fue la iglesia donde se iba a celebrar la boda. Mientras que esperabamos al novio para que nos indicase la localización del alojamiento y de paso aprovechar para saludarlo, nos tomamos un par de litros de cerveza en la puerta de la iglesia que aunque los andaluces tienen fama de fiesteros, más de uno puso una cara un tanto extraña al vernos empinando el codo en tan pintoresco lugar.La llegada del novio fue recibida como se merecía, es decir con un kilo de arroz por todo el cuerpo. Para ponernos al día Mariano nos llevó a un local a tomar unas tapitas. Más tarde parte del grupo se iría a ver el alojamiento y el resto seguiría meneando el bigote. Al final y aunque Mariano nos había recomendado un par de sitios para cenar decidimos quedarnos en el mismo local a terminar la faena.
Ya en nuestro alojamiento, "la casa del Pantano", una casa rural muy bien equipada con capacidad para más de 10 personas, situada a unos cinco o seis kilometros del pueblo, nos dimos un refrescante baño en la piscina que nos supo a gloria. También caería algun que otro golpecito de ron antes de irnos a dormir.
El sábado era el día D, Mijuande que no perdona sería el primero en ponerse en solfa saliendo a correr. El resto decídimos descansar y levantarnos un poco más tarde para el desayuno. Aquí hubo un momento crítico al encontrarnos que no teníamos agua, hubo un rato de pánico, que rápidamente pasó al enterarnos que simplemente había saltado el automático.
Al final y para dejar nuestra impronta murciana llegamos tarde a la iglesia, eso sí, sólo cinco minutos, pero los novios habían sido puntuales y ya estaban dentro. La ceremonía fue entretenida con su cantos rocieros y alguna que otra anecdota (ver vídeo de Pedro Ole, Ole, Ole). Acabada la ceremonia estuvimos un rato esperando a los novios fuera pero al final, como somos debiles, nos cansamos y nos fuimos al bar a tomarnos unas cañitas para mitigar el sofocante calor que hacía. El caso es que nos estábamos a la entrada y luego tampoco estuvimos a la salida, vaya unos impresentables estábamos hechos, menos mal que Pedro si estuvo en su lugar realizando incluso algún vídeo.
Más tarde con el resto de invitados nos dirigimos al Salón de Bodas Marcelo, donde tendría lugar el convite. No voy a extenderme mucho en comentar lo que pasó porque tendría hasta para un libro, decir que estuvimos en el lugar desde antes de las 14 h hasta pasadas las 23 h. El menu se inició con un amplio buffet con el que ya casi habíamos saciado el apetito. Ya en el salón y en nuestra mesa nº 12 estuvimos acompañados de tres compañeros de Mariano que con nuestro grupo completaban la mesa. No quiero olvidarme del animador, Dj, Humorista y no se que más ponía, con más de quince años de experiencia, Javi Cruz que amenizó la velada repetiendo hasta la saciedad una docena de temas. Depués de acabar con el menú la barra libre hizó estragos y más de un invitado llevaba una tajada impresionante pero que llevaban con mucha educación y un saber estar envidiable. La fiesta no acababa en el salón de celebraciones, se repartieron invitaciones para un Pub llamado "El abuelo", al que finalemente decidimos no ir para descansar y aprovechar el domingo. Nos despedimos de los novios deseándoles toda la suerte y felicidad en su nueva andadura, dejándolos con la juventud de Peñarroya-Pueblonuevo para que siguieran la fiesta.
El domingo madrugamos un pelín con idea de hacer un alto en Córdoba para ver la Mezquita y pasear por el barrio de la judería. Antes el loco de Mijuande de nuvo saldría a correr subiendo a lo alto de un cerro encima del pueblo. Desayunamos todos juntos y tras recoger los bartulos nos pusimos en marcha. Ya en Córdoba pasemos por sus enrevesadas calles, paseo que al no entrarles el sol se hacía más llevadero. Visitamos como no podía ser de otra manera la Mezquita ( impresionante), aunque para ello tuvieramos antes que aguantar la no menos típica molestia de las gitanas con el ramo de olivo.Luego visitariamos unas cuantas tiendas de souvenir para acabar en un taberna típica de nombre Burladero donde tomamos unas cañas con un par de tapas. Tras el tentenpie seguimos pasendo y viendo tiendas por la judería para terminar en un restaurante llamado Federación de Peñas, donde comimos en un típico patio cordobes adornado con columnas que imitaba a las de la Mezquita.
Tras comer nos dirigimos a los vehículos perdiéndonos un momento hasta que nos rescató el bendito Gps. Ya en los turismos nos pusimos en marcha con idea de realizar un atajo que no habíamos hecho a la ida (El carpio, Torredelcampo, Jaén), con ello ahorramos en km y tiempo haciéndose algo más corto el regreso. Aunque mijuande para no peder la costumbre se equivocaría pasado Guadix tirando dirección Almería, lo que nos supuso hacer unos diez km de propina. Sobre las 21 h, llegamos a Librilla, donde hicimos una parada para ver la casa de campo de Salud y Antonio y a su hija canina Luna. Nos tomamos unas cervecitas con unas patatas, todo ello amenizado viendo los vídeos de Pedro que resultaron muy divertidos, finalmente nos despedimos para continuar nuestro regreso. Después nos tocaría despedirnos también de JB, Pedro y Juan para llegar a eso de las 23 horas a nuestra casa.
Y colorín colorado a la espera de otra aventuras hemos quedado....!!!
REPORTAJE FOTOGRÁFICO
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