lunes, 18 de julio de 2011

ESCAPADA FIN DE SEMANA SEGOVIA (15/07/2011 Y 18/07/2011)


El pasado fin de semana, hicimos una escapada con destino Segovia, en esta ocasión en compañía de Antonio Frutos, su mujer Carmen y su hija Marina, además también nos acompañaban Manuel Matas, su mujer Mari y sus hijas Victoria y Sofía.El viaje tenía el objeto de llevar a las hijas mayores de ambas parejas al campamento sito en San Pedro de Gaillos y de paso disfrutar unos días en Segovia.En nuestro caso era la tercera vez que visitábamos la ciudad, pero no dudamos ni un instante en apuntarnos a este viaje cuando Antonio nos comentó hace un mes que tenía previsto hacerlo a mediados de julio.




El viernes salimos temprano sobre las 08 h en el coche de Antonio Frutos, a la altura de la Salida de Archena nos reunimos con Matas para realizar el viaje juntos. Debido a que Matas tenía que hacer unas gestiones en Madrid, nos separamos llegando a Segovia pasadas las 15 h de la tarde. Como Matas nos había avisado que no llegaban a tiempo para comer con nosotros, dejamos estacionado el vehículo cerca del acueducto y rápidamente buscamos sitio para comer, para no tener sorpresas decidimos ir a Casa Bernardino que conocíamos de nuestras anteriores visitas y comimos muy bien a base de menú de la tierra con sopa castellana, caldereta de ternera y trucha a la segoviana.Tras la comida tocaba coger el hotel, nosotros reservamos más tarde y no estábamos en el mismo hotel que los demás, el nuestro estaba más céntrico en plena calle Juan Bravo (la calle más comercial de Segovia que une la plaza donde esta el Acueducto con la Plaza mayor donde se encuentra la Catedral), nada más entrar pudimos comprobar que aunque fuese un modesto hotel de dos estrellas, estaba muy bien decorado, limpio y con habitación y cuarto de baño completo y espacioso.







Como habíamos quedado con el resto del grupo para las 21 horas, tuvimos tiempo de sobra para descansar. Ya todo el grupo reunido, dejamos a las niñas cenando en un restaurante de la cadena foster hollywood y una vez terminaron de cenar, dimos una vuelta por el centro histórico llegando hasta la plaza mayor, luego nos tocaba a nosotros reponer energias, entramos en un restaurante típico cerca de dicha plaza, todo hay que decirlo no cenamos bien y el servicio fue lento y malo, pero al menos fue baratísimo, después nos fuimos todos al hotel donde estaba alojado el resto del grupo, un antiguo monasterio a 800 metros del centro histórico, se trataba del Real de San Antonio un cuatro estrellas de categoría. La intención era tomar un café en su claustro pero llegamos demasiado tarde y había cerrado la cafetería. Sin tiempo para más decidimos retirarnos todos a descansar y reponer fuerzas para el día siguiente.




El sábado nos reunimos con el grupo a las 11 horas, antes de comer tuvimos tiempo de dar una vuelta de nuevo por el centro histórico llegando hasta el imponente Alcázar, además vimos varias iglesias con torres bastante grandes. Tras una buena caminata y las fotos de rigor, decidimos ir a comer al Narizotas, un restaurante con mucha tradición y seguramente el más antiguo del lugar, según la leyenda ya por el año 1400 servía comidas en el mismo un galés con una porra por nariz e incluso un rey se fue sin pagar de allí. Evidentemente el lugar no era barato, pero al menos comimos bien aunque el cochinillo podría haber estado mejor, quizás resultaba un tanto aceitoso, pero con una buena botella de vino de Emilio moro la faena resultó menos dura. La tarde fue a dos bandas, mientras las mujeres la dedicaban a ir de compras, los hombres se dedicaban simplemente a dormir para que el cochinillo tuviese una buena digestión. Tras reunirse de nuevo todo el grupo dimos un paseo para seguir bajando la comida, esta vez cambiamos el recorrido y dimos una vuelta por los alrededores del acueducto en dirección hacía la estatua del famoso Cándido. Tras la caminata dejamos a las niñas cenar en un Telepizza y cuando acabaron nos tocó el turno a nosotros. Como teníamos poca hambre elegimos un sitio donde hubiese variedad y no sólo platos contundentes. Finalmente cenamos en un local muy cerca del acueducto llamado “ El Lateral”, tenían de todo, desde cochinillo hasta hamburguesas, pasando por tostas, bocadillos, sándwich etc, y tras la cena cada mochuelo se fue a su olivo a descansar.



El domingo tocaba dejar a Marina y Victoria en el campamento de San Pedro de Gaillos, cerca de las hoces del Duratón. Sin madrugar y sin prisas salimos para esta localidad, la hora prevista para la entrada en el campamento era las 14 h, nosotros con una hora de antelación estábamos en el pueblo, tuvimos tiempo de verlo y de tomar unas cervezas y refrescos. Una vez las niñas ya estaban dentro del campamento, decidimos ir a comer a Sepúlveda, villa con mucha historia que no quedaba muy lejos.Al llegar allí nos encontramos con la sorpresa que había un mercado medieval que sólo se hace una vez al año y lógicamente el pueblo estaba a rebosar de gente. Era tarde y los restaurantes estaban repletos, finalmente terminamos comiendo en uno bastante conocido en el lugar llamado Casa Román. Como no podía ser de otra manera acabamos comiendo el producto estrella de la localidad “el lechazo” vamos un sabroso asado de cordero lechal, todo ello bien rehogado de un crianza riojano. Tras la copiosa comida paseamos un rato por el pueblo para facilitar la digestión y de paso ver la Iglesia de las Peñas y el mirador del mismo nombre, desde donde pueden observarse una pequeña parte de las hoces del Duratón y con suerte buitres volando por debajo de vuestras cabezas. No había tiempo para más, aunque antes de recoger los vehículos y marcharnos, aún tuvimos tiempo de echar una ojeada al interior de la iglesia del Salvador. El viaje de regreso tuvo las anécdotas de entrar en un control de alcoholemia de la guardia civil, sin ningún contratiempo al respecto ya que somos gente muy formal y tragarnos una retención durante todo el tramo desde el puerto de Somosierra hasta Madrid. Luego la circulación por la A-3 fue bastante lenta hasta Tarancón debido a que habían habilitado uno de los dos carriles de nuestra dirección para los vehículos que venían de la costa desde valencia, Alicante y Murcia. Pasado este tramos no tuvimos complicaciones realizando una parada en Honrrubia para cenar y llegando a casa a las 01 h, es decir que al final regresamos el lunes.






En esta ocasión apenas hice fotos y no hay álbum, lo que veis en esta entrada son las pocas que hicimos. Saludos y hasta la próxima . . .

lunes, 11 de julio de 2011

VIAJE SEPÚLVEDA-ASTURIAS-ALPEDRETE (04-07-2011 A 11-07-2011)






El cuatro de julio iniciamos nuestra escapada veraniega, este año mijuande organizó un viajecito para Asturias, con escalas en Sepúlveda para la ida y en Alpedrete a la vuelta, en total una semana.


Algo tarde sobre las 11 horas salimos para Segovia, pasadas las 17 h llegamos a Sepúlveda, rápidamente encontramos nuestro Hotel, VADO DEL DURATON, una preciosidad muy bien situado en pleno centro. Esa tarde la pasamos callejeando y viendo sus joyas arquitectónicas destacando la Iglesia del Salvador la más antigua de la provincia y el mirador Virgen de las Peñas con impresionantes vistas de las hoces del Duratón. Cenamos en un Restaurante muy típico situado cerca de la plaza de España, creo que se llamaba el Rincón de Sepúlveda o algo así, muy recomendable por su relación calidad precio, además nos trataron de maravilla y con una atención exclusiva, tuvimos la suerte de estar solos en el comedor. Nos recogimos temprano con la intención de madrugar para recorrer la senda de los dos ríos que nos habían recomendado unos lugareños. Dicho y hecho, nada más levantarnos salimos a realizar la senda, hay que verla no os digo más es como estar en medio del bosque todo el tiempo tiene incluso tramos de calzada romana, se la recomiendo a todo el mundo, eso sí algunos tramos son algo durillos.

Sin poder disfrutar más de esta villa tuvimos que seguir el viaje, como el primer día nos habíamos tragado más de 500 km de autovía, mijuande propuso realizar la ruta más corta, aunque más lenta por carreteras secundarias. Fue todo un acierto vimos pueblos muy bonitos como Peñafiel y Guardo, aunque lo más impresionante fueron las vistas, sobre todo el último tramo desde lo alto del puerto del pontón hasta Arriondas pasando por el desfiladero de los beyos, flanqueado todo el tiempo por el río Sella. Otra vez sobre las 17 horas llegábamos a nuestro destino. Tras un merecido descanso en el Hotel Casona del Sella, dedicamos el resto de la tarde a pasear por Arriondas, sobre todo por la zona del río,lugar de partida del famoso descenso internacional del Sella, siendo la llegada en Ribadesella tras 17 km.

El tercer día decidimos realizar una excursión que no conllevase demasiados kms y como teníamos cerca los picos de Europa, para allá que fuimos, primero subimos a los lagos de Covadonga (Enol y Encina), lástima del tiempo, niebla, frió e incluso un poco de agua a nuestra llegada. Al menos tuvimos la suerte que se levantara la niebla y poder ver los lagos, como hacía bastante frío decidimos bajar a Covadonga, vimos el famoso santuario de Covadonga, Basilica y la cueva con su virgen, además de la surgencia de agua por debajo de dicha cueva origen del rio Covadonga. También comimos aquí en un Restaurante llamado el Huerto del Ermitaño con recetas de la zona como chorizo a la sidra, fabes y salmón. Tras la copiosa comida continuamos la excursión en dirección a Cangas de Onís capital del concejo de la zona, esta villa es muy bonita aunque se nota que está muy explotada para el turismo al igual que Covadonga. Vimos el puente romano, paseamos junto a sus dos ríos (Sella y Güeña) y también hicimos lo que todos los turistas hacen ir de tiendas viendo y comprando souvenir. Como aún teníamos varias horas de luz decidimos volver Arriondas por otra ruta, en vez de hacer los siete km que separan Cangas de Arriondas, hicimos más de cincuenta dando un rodeo por carreteras secundarias, gracias a esta maniobra pudimos observar un tramo del parque natural del Ponga, carreteras inundadas de vegetación con tramos tan oscuros que parecía que entrabamos en un túnel.

El cuarto día, jueves, siguiendo las indicaciones de nuestro amigo asturiano Chema que nos dijo que teníamos que ir a Llanes, decidimos realizar una excursión por la costa oriental de Asturias. En lugar de ir directos por la autovía, preferimos ir por el interior por la ruta de cabrales, pasando por Carreña, Arenas de Cabrales y Panes, antes pudimos observar desde un mirador el impresionante pico Naranjo de Bulnes. Llegamos hasta Unquera pueblo cántabro para entonces girar casi 180º en dirección a Llanes. Chema tenía razón el pueblo es precioso, además de las típicas vistas portuarias y costeras, Llanes destaca por su casco histórico medieval, estuvimos como unas dos horas paseando y echando fotos sin parar. También nos quedamos a comer en un lugar llamada Sidrería Colón, muy recomendable buenos precios, bien situado y buenos platos, ofrecían menú de día por 10 euros con doce platos a elegir como primeros y diez como segundos. Con el estomago lleno continuamos nuestro camino hacía Ribadesella, esta ciudad costera es conocida internacionalmente por ser la meta del descenso del Sella, además tiene unas cuevas muy famosas creo que llamadas del tito Bustillo. Paseamos por su pequeño casco histórico y subimos a ver la ermita de Guía, aprovechando enclave privilegiado realizamos fotos panorámicas de los acantilados y de la desembocadura del río Sella. Nuestra siguiente parada iba ser Lastres, un pintoresco pueblo conocido por ser el pueblo de la serie del doctor Mateo, dimos una vuelta por su bonito casco histórico, viendo las casas que salen en la serie. Nuestra última parada antes de la vuelta al hotel sería el Puerto del Fito para observar las vistas desde su conocido mirador. Desde el mismo sale una senda que lleva hasta el pico del Pienzu el más alto de la cordillera del Sueve con dificulta alta. Nos quedamos con ganas de empezar andar pero ya no teníamos tiempo para más.



En el quinto día Chema iba ser nuestro anfitrión, quedamos a la salida de Oviedo dirección León. En la excursión también nos acompañaban un amigo de Chema, Ricardo y las hijas de ambos Paula y Raquel. Nuestro destino era la senda del Oso, paramos en Proaza a unos 30km de Oviedo, alquilamos cuatro bicicletas, las niñas ya venían con las suyas e hicimos un tramo de dicha Senda, nada más empezar pudimos observar las famosas Osas Asturianas Paca y Tola y el Oso Cántabro Furaco traído expresamente para intentar la reproducción en cautividad, parece que llevan dos años juntos y los plantígrados no quieren tener descendencia. Fueron 12 km de senda hasta el pantano de Valdemurio en Quiros, cruzando varios desfiladeros con impresionantes vistas, observando en muchos tramos el río Trubia y cruzando varios túneles uno de ellos de más de 200 metros. En el Pantano Chema nos había preparado otra disciplina deportiva, ahora tocaba ponerse el bañador y el chaleco de agua para subirse a la piragua, estuvimos como una hora dándole a los remos recorriendo el pantano de uno extremo al otro y algunos como Chema, mijuande y las niñas incluso se dieron un chapuzón. Después de comer allí mismo unos estupendos bollos preñaos muy típicos de Asturias, iniciamos el regreso a Proaza, mijuande decidió realizar la vuelta corriendo (las bicicletas se podían dejar en el pantano por ser la empresa de las piraguas Deporaventura, la misma que alquilaba las bicicletas en Proaza) y según él la experiencia fue muy gratificante. Después estuvimos un buen rato realizando la tercera disciplina que Chema había preparado, nada más y nada menos que Ping Pong, la verdad es que estábamos un poco cansados y por esta vez decidimos volver al Hotel por el trayecto más rápido.


El sábado era nuestro último día en Asturias, mijuande nada más levantarse se fue a realizar la senda del río Dobra hasta la hoya de San Vicente, según sus palabras un paraje extraordinario, incluso probó las aguas del río que no llegan a los 10º, después de desayunar sobre las 11h decidimos ir a ver Gijón, la ciudad es muy bonita, recorrimos el céntrico barrio de pescadores Cimadevilla, subimos al cerro de Santa Catalina observando la escultura de Chillida “Elogio del Horizonte” y sus excelentes vistas. Vimos la casa de Jovellanos, la fábrica de tabaco, y paseamos por el paseo marítimo y las céntricas calles comerciales. También estuvimos en la Plaza Mayor donde había un mercado artesanal y pudimos degustar algunos productos típicos como un dulce llamado Bartolo. Regresamos al hotel para descansar un rato. Habíamos quedado con Chema y su mujer Begoña en Avilés, para ver la ciudad y degustar el Cachopo un plato típico de la cocina Asturiana, se trata de un sándwich de Ternera, jamón, queso, y verduras como pimiento, champiñón, todo rebozado en pan rallado y frito. Aunque parece que puede hacerse con otros ingredientes según el gusto del comensal. Sobre las 20:30 horas estábamos en Avilés, Chema y Begoña nos llevaron al centro histórico, allí habían quedado con otra pareja amigos suyos Daniel y Mónica, bebimos unos culines de Sidra con unas tapas y acto seguido fuimos a un restaurante típico a comer el cachopo. La cena fue suculenta, hay que tener valor para comerse un cachopo entero, Chema y mijuande se lo zamparon con bastante esfuerzo por lo menos mijuande que se puso rojo. Después de cenar dimos una vuelta por el casco histórico de Avilés observando la Plaza del Ayuntamiento y un par de edificios muy antiguos, uno de ellos con leyenda fantasmal incluida. Nos despedimos de nuestros amigos y regresamos a nuestro hotel a descansar para la paliza de kms que nos esperaba el día siguiente.









El domingo nos levantamos tarde ya que habíamos trasnochado y no tenemos costumbre, tras desayunar, recoger las maletas y dejar el hotel la Casona del Sella, nos fuimos a Cangas de Onís para ver su mercado artesanal. Como nos habían comentado el mercado era todo un acontecimiento en la zona, había productos típicos por doquier y claro no tuve más remedio que cargar con unos cuantos quesos, licores y otras cosillas. El caso es que sobre las 13 h salimos de Cangas rumbo a Madrid concretamente nuestro destino era Alpedrete, un pueblo a 30 km al norte de Madrid en el inicio del puerto de Guadarrama. Como en otras ocasiones decidimos no hacer la ruta más rápida y cómoda, en su lugar decidimos hacer de nuevo la ruta de Cabrales pasando por Arenas hasta Panes, allí giramos hacía Potes, para luego ir hacía Cervera del Pisuerga, Aguilar de Campo y Burgos. Todo este tramo fue muy bonito aunque muy lento, llegando a Burgos un poco antes de las 18 horas. Aquí fue donde el viaje empezó a torcerse, ahora que pesábamos ir más rápido nos topamos con obras en la A-1 durante más de 100 kms, fue una pesadilla de retenciones cambios de carril y un accidente incluido. Al menos al llegar al puerto de Somosierra ya no había obras aunque si tramos con circulación retenida, el caso es que al final llegamos al hotel pasadas las 22 h. Nada más coger la habitación, menos mal que el hotel Sierra Real merecía la pena, nos fuimos a cenar a una Pizzería. Sin tiempo para nada más regresamos al hotel a descansar.




El lunes era el último día del viaje y tocaba regreso a Murcia, mijuande salió temprano a correr y disfruto de correr por las innumerables sendas de la sierra madrileña llena de conejos. La mañana empezó bien con un desayuno buffet en el hotel de categoría, repusimos fuerzas y tras dejar el hotel comenzamos el viaje de regreso. Sin ningún contratiempo, llegamos a nuestra casa sobre las 15:30 h finalizando el viaje veraniego.



Aqui debajo dejo un enlace con las fotos que hicimos, creo que me pase un poco con el dedo los primeros días, son algo más de 500 fotos . . . .