Tras un breve paréntesis para sacar las cosas de las maletas, iniciamos la primera de la excursiones, dirección hacía la zona de la Valletta, concretamente ciudad victoriosa antiguamente capital de la isla. Esta zona de la isla es preciosa con entradas de agua en la tierra al estilo de las rías gallegas, vistas preciosas y gran cantidad de monumentos como fortalezas, bastiones y alguna iglesia, que en la isla las hay de todos los tamaños y en cantidad, dando a entender el gran fervor religioso que procesan.
Esa noche cenaríamos en La Valletta, el grupo se disgregó en dos, mientras que unos optaron por lo seguro la infalible Pizzeria, otros preferimos arriesgarnos a probar con algo más típico, el caso es que ambos grupos tuvimos tino con los lugares escogidos, con platos abundantes, bien elaborados y económicos. Tras la cena vuelta al hotel, nuestro Kía en que siempre íbamos mijuande y yo, junto con Emilio y Juanito, nos extraviamos un poquillo y estuvimos dando vueltas por el pueblo alrededor del hotel durante media hora. Al final no hubo más remedio que estacionar y buscar el hotel a patita y como el que no quiere la cosa lo encontramos enseguida.
Al día siguiente mijuande que nunca perdona sus salidas matutinas, ya estaba haciendo el cabra bien temprano, saliendo a correr a las 7h de la mañana. Bajamos algo tarde al desayuno, que era bastante correcto, tras atiborrarnos de dulce, salado y todo lo que se ponía por delante, ya estábamos listos para la segunda excursión. En esta ocasión el menú de viajes Fran, era un Tour por la isla de Gozo, visitando sus catedrales, la ciudadela, la ventana azul, un pueblo pesquero y alguna cosilla más que se me olvida.
Antes de coger el Ferry, vimos la Villa de Popeye, aquella donde rodaron la conocida película. Aunque esta paradita nos costó perder el Ferry, había que esperar cuarenta y cinco minutos para el siguiente y había que aprovecharlos, así que nos fuimos a ver un castillo que había muy cerca del puerto. Ya en el Feryi, algunos tuvimos que hacer una carrera a pie para llegar por distraernos con las dichosas fotos, pudimos observar de cerca la isla de comino y su réplica más pequeña aún Cominoto, pudiendo ver un retazo del conocido lago azul, muy turístico y visitado sobre todo en verano.
Habíamos saltado de isla, Gozo era aún más pequeña que Malta, pero parecía diferente se apreciaban los edificios más cuidados con fachadas más recargadas. Tras visitar varias iglesias, nos dirigimos hacía la Ciudadela, una pequeña ciudad completamente amurallada con muy buenas vistas. Dentro había una tiendecita muy mona, no pude resistir y compre un par de souvenir, mijuande aprovecho para "regalarme" un plato. Tras comer en Victoria, nos dirigimos a ver la famosa ventana azul, por el camino nuestro conductor “Emilio Alonso” tuvo un desliz y pegó un pequeño llantazo, aunque fue un bandarra que venía de frente el que provocó el suceso.
Tras admirar la ventana azul y una especie de piscina natural, nos dirigimos a un bonito pueblo pesquero, que casualmente estaba en fiestas con procesión religiosa incluida. Después para no perder el tiempo nos fuimos a ver unas ruinas, lo malo es que ya había cerrado y solo vimos la verja y un candado. Decidimos no dar más vueltas y dirigirnos al Ferry, tuvimos que esperar un poco para cogerlo y la encargada de los tickets como el que no quiere la cosa se equivocaba siempre a favor de la empresa queriendo cobrar diez veces el valor del ferry. De vuelta en el hotel nos fuimos a cenar, un grupo de nuevo a probar lo típico y otro optó por los kebak.
El tercer y último día, empezó con un pequeño desliz en el desayuno, parece que al personal del hotel no le sentaba bien que sacáramos comida fuera y nos ficharon, menos mal que era el último día sino terminan apareciendo carteles de se busca por la isla con nuestras fotos. Mijuande y yo acabamos como en la película “Tu a Boston y yo a California”, me fui más temprano en el primer coche con idea de una ruta más cultural con visitas a catedrales y ruinas antiguas,, mijuande prefirió la ruta alternativa, más variopinta con acantilados, pueblo pesquero, ciudad amurallada, e incluso recogida de cebollas silvestres. El caso es que estuvimos todo el día separados, hasta la cena, que hicimos de nuevo en la zona del hotel.
Al día siguiente tocaba de nuevo madrugar y vuelta para casa. La vuelta fue tranquila, la pena fue que el coche de Asier no tuvo arreglo y no tuvo más remedio que llamar a la grúa para llevarlo a un taller. Seguramente se me olvidaran muchos detalles como que los walkies servían más para queJjuanito amenizase los trayectos que para otra cosa. Para terminar una sugerencia de mijuande, dice que podemos elegir el próximo viaje colocando una mapa en una diana y tirarle un dardo para que sea la diosa fortuna la que elija, eso sí, de Pirineos hacia arriba…..
Bueno no me enrollo más y os dejo un enlace con las fotos
http://picasaweb.google.com/callehuesca40/VIAJEAMALTA22801201125012011#
