El pasado fin de semana hicimos una escapada a Roquetas de Mar, aunque no somos amantes de este tipo de viajes, nos gusta mar aprovechar los viajes para hacer turismo y ver cuantas más cosas mejor, en esta ocasión nos apetecía tomarnos un par de días de relax.
El sábado salimos a las 11 h rumbo al hotel Neptuno (hotel de cuatro estrellas muy correcto que ahora tiene muy buenas ofertas), a las 13:30 h ya estábamos en nuestra habitación con dos camas de matrimonio, vamos nos podíamos acostar de lado. Como nuestro régimen era de pensión completa enseguida nos dirigimos al restaurante buffet. El restaurante estaba muy bien, todos los días tenían carne o pecado a la plancha recién hechos, además de un amplio surtido de comidas calientes y frías. Los postres también eran variados y para todos los gustos. Como sigo con mi dieta intente controlarme, mijuande en cambio se hartó de comer todo lo que quiso. Después de la sagrada siesta, decidimos irnos andar un poco, estuvimos casi dos horas andando por el paseo marítimo y por un parque natural de salinas y dunas, lo que nos sirvió para rebajar la comida y hacer hueco para la cena. La cena del buffet eran tan amplia y buena como la comida y mijuande volvió a darse otro atracón.
El domingo no madrugamos para eso estábamos de relax y pasadas las 09’30 h bajamos a desayunar sin prisas. Tras el contundente desayuno salimos andar de nuevo, ahora por el paseo marítimo en sentido contrario hacía roquetas llegando hasta su bonito faro, total una hora y cuarenta y cinco minutos. Antes de comer tuvimos tiempo mijuande para darse un baño en las piscinas del hotel una cubierta y climatizada y la otra al aire libre con el agua bien fresquita, por mi parte aproveché para estudiar un poco.
En la comida habían puesto en el menú paella de marisco y claro no podíamos dejar pasar semejante manjar, no fue lo único que degustamos, todo ello bien acompañado de vino con gaseosa para hacerlo más ameno. Por la tarde volvimos a no perdonar la siesta y después yo seguí estudiando y mijuande decidió irse al gimnasio a darle a la bicicleta estática para rebajar los atracones según él decía que sino iba a explotar. Antes de la cena también tuvo tiempo de darse otro baño en la piscina.
En la cena fue ostensible que muchas personas habían dejado el hotel y éramos cuatro gatos, mejor que mejor así no había que hacer ni un segundo de cola para cagar los platos. En esta ocasión lo que más nos gustó del menú fueron unos sanjacobos que estaban de vicio y no tuve más remedio que pecar y comerme uno.
Esta comida fue la última anécdota a contar de este viaje, no hicimos casi fotos y las pocas que tenemos las dejo aquí enlazadas . . . . Hasta pronto . . .
https://picasaweb.google.com/113714013086502286760/ESCAPADAAROQUETASDEMAR01102011A03102011#
Esto parece un reality,abres tu intimidad a cualquier colga@ que pase por aqui.- No te sientes invadida.-
ResponderEliminarAl menos, todo lo que cuentas es apto para todos los públicos.-