ESCAPADA EN ÁVILA, 05-06-2010 Y 06-06-2010

El pasado fin de semana, junto con nuestros amigos Raquel y Antonio, hicimos una escapada a Ávila, con la misión de zamparnos su famoso chuletón. Salimos temprano sobre las 08:30h, llegando a nuestro destino pasadas las 14h, vamos con el tiempo justo de cumplir nuestro objetivo.

El lugar escogido para la faena fue un mesón que hay junto a la puerta del rastro. Aquí nos pusimos tibios de carne (ver secuencia fotógrafica), después fuimos a unas de las plazas que hay junto a la muralla, donde dimos cuenta de varios dulces típicos mientras tomábamos un cafetito.

ANTES

DESPUÉS

ANTES DEL ANTES

Ya con el depósito más que lleno, rebosando por todos lados, nos fuimos a nuestro hotel, La Hospedería de la Sinagoga, estratégicamente situado en un pequeño callejón junto a una de las calles más conocidas de la ciudad “Reyes Católicos”. En el hotel caímos redondos a la cama quedándonos fritos, a las19h pasada la merecida siesta, nos propusimos hacer un poco de ejercicio, por dos motivos para aliviar nuestra conciencia de haber comido demasiado y también para hacer hueco en el estomago para la cena. Así las señoras se hicieron el Giro de la Muralla por duplicado, un servidor se fue a correr en medio de pastos de trigo y Antonio sabiendo que correr y andar sin motivo es de cobardes decidió seguir en la cama con su aire acondicionado, todo un sacrificio por su parte.


Tras realizar nuestros ejercicios, dimos una vuelta por el Mercado Chico y rápidamente nos fuimos a cenar, el lugar escogido, junto a la Muralla Bar Pippo o algo así. La cena fue relativamente Light, terminado con unos crepes de crema y chocolate, los cuales habían sido el motivo de nuestra elección del local.

Después nos recogimos para recuperar fuerzas para el día siguiente, tras un breve paseo y unas cuantas fotos.

El domingo lo iniciamos de nuevo con ejercicio y repitiendo el patrón del día anterior, andar, correr y cama con aire acondicionado. Después nos fuimos a desayunar bien temprano a esos de las 11h. Para la vuelta a casa preferimos otra ruta, iríamos primero dirección Toledo, para luego ir dirección Tarancón y a partir de aquí la ruta de siempre. Antes de todo esos visitamos los Cuatro Postes con sus fotos de rigor, y un Restaurante que hay junto al río muy bonito.

Durante el trayecto hasta Toledo nos hicimos unas fotos junto a esas vaquitas que tan ricas están hechas al fuego. Sobre las 15h, paramos en Maqueda para comer en el Restaurante Mesón el Castellano, muy famoso en la zona, que por desgracia para nosotros estaba lleno y tuvimos que conformarnos con comer en la barra unos bocadillos.






Después de comer continuamos ruta, nos liamos un poco para cruzar Toledo y ya el resto del viaje transcurrió con total normalidad, haciendo la obligada paradita en la Roda para cargarnos de Miguelitos. Menos mal que la retención que estuvimos viendo durante 200 km era en la otra dirección, sino seguramente aún estaríamos en la carretera.




Al final llegamos a nuestro destino a las 22 h, cansados pero satisfechos con la experiencia y deseando repetirla, más pronto que tarde.